martes, 17 de enero de 2012

Entre Santos y Uribe, LA BARCA DE CALDERON MIERCOLES 18 DE ENERO DE 2012.

LA BARCA DE CALDERON
MIERCOLES 18 DE ENERO DE 2012)

Por William Calderón



Entre Santos y Uribe

Lo que Santos es al Liberalismo, Uribe lo es al Conservatismo. Con
esta premisa se está desarrollando la política nacional en los
actuales momentos.

El partido de la U no es más que una expectativa burocrática frente
a lo que representa su ideario. Quienes hemos observado de cerca el
devenir político de la U podemos distinguir que con excepción del
senador Juan Carlos Vélez, los demás congresistas militantes en esa
organización son unos turistas con pasaje abierto.



Una jugada maestra

La designación hecha por el presidente Santos del abogado caldense
Luis Alfonso Hoyos como director del Servicio Nacional de Aprendizaje,
Sena, constituye un duro golpe a la estructura uribista Para nadie
es un secreto la afinidad política de la “Casa Pensilvania”
(entiéndase Oscar Iván Zuluaga y Hoyos Aristizábal) con el ex
presidente Uribe. Además, el ex ministro de Hacienda sabe que el poder
está concentrado en la Casa de Nariño y no en “El Ubérrimo”. Este
nombramiento ubica a un gran sector del uribismo en los vagones de la
llamada
Prosperidad burocrática, dejando al ideólogo José Obdulio
Gaviria
almorzando en compañía de Alfázar González y Pablo Arango.



Vacío silencioso

Hasta el momento no se ha conocido un pronunciamiento de respaldo de
Uribe a la designación de Hoyos Aristizábal para la dirección general
del Sena. Aquellos dirigentes que pretenden dar a entender que el
presidente
Santos busca acercarse al uribismo, están equivocados. Lo
que quiere el Mandatario es fortalecer su proyecto político con miras
a su relección presidencial, que de acuerdo con los últimos anuncios,
hechos en “Caquetania”, será oficializada el año entrante.
Falta de solidaridad

La incisiva periodista Monserrat Fernández plantea que en el uribismo
no hay solidaridad alguna. Sostiene que en la calle de la amargura
por la que han transitado los amigos más leales a Uribe, en los
últimos veinte meses, no se ha escuchado una sola voz de respaldo por
parte de la cúpula de ese movimiento. Hace énfasis en la indiferencia
de Juan Lozano y en el silencio calculado de quienes succionaron
durante ocho años la “U-bre” oficial del uribismo, cuyo silencio es
notorio. Igualmente, hasta la fecha no se ha conocido un solo
pronunciamiento de apoyo de ese partido a aquellos ex funcionarios que
están sometidos a la justicia.

Peleando solo

Al ex presidente Uribe le ha tocado dar la pelea completamente solo.
Sus trinos son los únicos que se escuchan. Quienes deberían estar
defendiendo su legado sólo viven pendientes de recibir un guiño del
Príncipe y nada más para acceder a la ansiada nómina oficial.
Recordemos lo que le pasó al doctor Carlos Lleras Restrepo cuando
dejó la Presidencia de la República, en el 1970, acompañado de un
robusto prestigio, pero como este es un país de flaca memoria, lo
dejaron solo, a la postre. Aquí el partido de gobierno es el que
manda, acompañado por “Don Contrato” y “Doña Nómina”. Lo demás es agua
de borrajas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario